28 de febrero de 2011

Mis Noches de Paz...

El abismo del mundo cae por las noches como brizna en mis pensamientos, por eso solicito al insomnio me secuestre de soñar con los incoherentes ideales del hombre y su filia a la correcta convivencia social. La trivialidad es la forma propia y el recato la medida del animal social; aquel que merodea el camino pavimentado de indiferencia a la cohesión del ser con su naturaleza, del ser hacia su projimo, asi sea otro humano, alguna bestia o cualquier quimera.

Para mi todo discurso es un vació en la lógica de la biología, por que las palabras son futiles artificios que sirven para articular ideales mundanos.

Ideales que por piel llevan la viscosa suciedad de alguna ciudad. Defender un ideal es insensato, pero la naturaleza universal de lo que se defiende resulta ser insensato. Simplemente aquello que no se conserva porque así la física y la química lo requieren resulta prescindible. Por eso pido asilo en la puerta desolada de la multitud. De ahí mi trabajo al asecho.