Desdeñoso miró la hipnótica soledad del pasillo; sacudió la cabeza y miro de nuevo el espejo, sus ojos nerviosos buscaron en su rostro, encontrando algo muy similar a nada pero en nada parecido a algo.
Podía sentir en cada poro de su piel el calor del único foco de 100 watts, pero el calor al igual que sus ojos permanecía extraviado en el incierto, que no era más infantil que el casi vació de las sombras de aquel pasillo.
Su dedos temblorosos rozaron con recelo su tez sudorosa; y todavía eran las 0 hrs tanto afuera de la casa como en su interior.
El estallido retumbo en las cuatro esquinas del pequeño cuarto y en un vulgar relámpago la sangre dio un interminable adiós a su sien. Aun eran las 0 hrs tanto afuera de la casa como en su interior.
31 de enero de 2008
16 de enero de 2008
Noche de...

Una ráfaga de aire tiro la lampara de pie voltee lentamente porque para mi asombro la ventana estaba entre abierta estaba completamente seguro que la había cerrado por completo y al dirigirme otra vez a la ventana y sentí como la oscuridad tragaba mi espalda y una mirada infinitamente profunda recorría mi espalda desde la mitad hasta la nuca, regrese mi cabeza solo para constatar que no había algo que me mirara desde el fondo de mi recamara(o al menos mis ojos eso me decían), no podía regresar a esa oscuridad, porque tal vez si me dejaba engullir una vez mas, no, pero en verdad no podía asegurarme que regresaría, así que seguí avanzando hacia la ventana y de pronto lo supe casi instintivamente detrás de la ventana me esperaba...

Se levanto y se dirigió a la ventana pero justo cuando sus dedos rozaban la cortina un destello en su mente, vacilo -¿Y que tal sí? No, solo es-, trago algo de saliva alzo la cortina y ahí estaba la prominente e infernal sonrisa y esos ojos que tragaron su alma.

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